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Una casa inteligente para ciudades inteligentes

04/08/2017
La Casa Uruguaya participó en el 3.er Encuentro de Ciudades Inteligentes organizado por la Intendencia de Montevideo.

La charla estuvo a cargo del docente Arq. Eliseo Cabrera y de Mateus Wurth, graduado de la Licenciatura en Ingeniería de Software, ambos participantes del proyecto que dio vida a La Casa Uruguaya y hoy socios en el nuevo emprendimiento empresarial.

La actividad es coordinada y organizada por el Departamento de Desarrollo Sostenible e Inteligente de la Intendencia, con el fin de intercambiar experiencias y conocimientos, y además poner al tanto a la ciudadanía en qué consiste una ciudad inteligente, sostenible e inclusiva.

La presentación comenzó con Cabrera haciendo un breve ejercicio de relajación para aflojar los nervios que le provocaba el salón, tanto por el público como por su arquitectura.

Luego hizo un breve recorrido sobre el comienzo del proyecto La Casa Uruguaya, como una electiva dentro de la carrera de Arquitectura, hasta la actualidad como una empresa, con 15 accionistas, que apuesta a ser referente en sustentabilidad.

El proyecto fue realizado por estudiantes, graduados y docentes de la Universidad ORT Uruguay para el concurso Solar Decathlon América Latina y el Caribe, la competencia de arquitectura sostenible más importante del mundo, del que resultaron ganadores.

La Casa cuenta con 80 m2 de superficie, tres dormitorios, una habitación polivalente que puede ser utilizada como escritorio o dormitorio, una sala de estar y comedor. Fue construida con madera de eucalyptus grandis de producción uruguaya, que tiene menos impacto ambiental, revestida por un sobretecho con amplios aleros que además de brindar protección contra el sol genera un espacio para aislación térmica y ventilación, y cuenta con paneles solares fotovoltaicos instalados en el techo.

La tecnología de la Casa “no existía en Uruguay hasta el momento”, sostuvo Cabrera, agregando que “solo una empresa dijo que podía desarrollar la tecnología que necesitábamos pero salía cerca de 85.000 dólares, más que el valor de la propia casa, por eso nosotros desarrollamos la domótica en base a lo que queríamos”. Para poder llevar a cabo ese desafío contaron con los conocimientos de los estudiantes y graduados de la Facultad de Ingeniería.

Por eso Cabrera dio paso a Wurth quien explicó que no solo trabajaron en el concepto de domótica, como la capacidad de manejar en forma remota acciones sobre la casa, sino que también buscaron una tecnología capaz de educar al usuario.

“Nosotros desarrollamos un buen gestor que nos permitiera administrar recursos, pusimos un conjunto de periféricos, es decir, sensores de temperatura, humedad, dirección del viento, lluvia, etc. que recogen información en tiempo real y se la brindan al usuario, quien puede tomar la decisión de qué hacer o dejar que la respuesta sea automática”, dijo Wurth.

“Por ejemplo, si detecta que la temperatura es superior a 25oC, recomienda al usuario qué es mejor si prender el aire o abrir las ventanas. Se puede configurar para que el gestor lo haga solo o que el usuario tome la decisión ya que la Casa se adapta al usuario”, destacó.

Para el cierre de la charla Cabrera y Wurth realizaron preguntas al público a través de una aplicación acerca de qué les parecía el proyecto y si les gustaría tener una casa inteligente. La amplia mayoría respondió que sí.

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