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Becas para construir futuro

01/09/2020
Elegir qué carrera estudiar es una decisión difícil, algunas personas van descubriendo su orientación ya en el bachillerato y marcan su rumbo con ganas y determinación.

Este es el caso de tres estudiantes de Ingeniería en Sistemas que desde el liceo se acercaron a la tecnología y se esforzaron por abrirse camino en este sector.

Valentina Tironi y Manuel Perera del liceo Ánima y Gonzalo Ferreira del liceo Impulso obtuvieron una beca del 100 % para estudiar una carrera universitaria, y hoy disfrutan de sus logros y nos cuentan sus experiencias.

 

  • Valentina Tironi, liceo Ánima

    ¿Cómo surge tu interés de estudiar Ingeniería en Sistemas?
    Empezó por el liceo al que fui, Ánima, donde hice bachillerato tecnológico. Eso me permitió darme cuenta de que me gustaba la programación, pero también me permitió conocer el mundo de la tecnología, en el que todos son muy apasionados por lo que hacen, un mundo al que siento que pertenezco.

    ¿Cómo fue el proceso de postulación a la beca para estudiar en la universidad, cómo lo viviste?
    Recuerdo que el día de la prueba fue de locos, yo vivo lejos, a una hora y media en ómnibus, ese día me levanté tarde y no iba a llegar, le aviso al liceo y me dicen que fuera igual, aunque llegara tarde. Así que me subí al ómnibus y llegué justo cuando estaban cerrando la puerta para empezar la prueba.
    Salí con la sensación de que me había ido bien pero no para ganarla. Cuando me llamaron para avisarme que la había obtenido fue un shock, una alegría inmensa.

    ¿Cómo viviste este semestre con las clases online, cómo te adaptaste? ¿Qué cosas destacarías y qué mejorarías de este formato?
    Debo reconocer que para mí fue muy bueno. Vivo lejos de la facultad y, además, el traslado en ómnibus me saca mucho tiempo de estudio. Entonces trabajar desde casa y tener las clases online me permiten tener más tiempo para estudiar.

    Hace algunos años que estás trabajando ¿qué expectativas tenés para tu futuro profesional en este sector que permite tantas posibilidades?
    Sí, hace tres años que trabajo en Moove IT como developer. Comencé cuando todavía era estudiante de bachillerato, gracias a las prácticas formativas de Ánima. Empecé con una pasantía, yendo tres veces por semana y luego me quedé en la empresa. Hoy trabajo cuatro horas de lunes a viernes.
    Mi meta actualmente es recibirme, ese es mi plan y a lo que le dedico todo el tiempo. Luego, pensaré en mí y en cosas que tengo pendiente, como aprender piano o ir a clases de baile. Aunque también tengo claro que quiero seguir formándome.

    ¿Cómo ves el pasaje de conocimiento del mundo académico al laboral y viceversa?
    Creo que la práctica hace al maestro. Si bien la teoría ayuda mucho, si no ejercitás lo que aprendés, si no probás, si no te das contra la pared, no terminás de interiorizarlo. El trabajo es otra universidad para mí, aprendo un montón, y me pasa seguido de asociar situaciones que me están planteando en clase con lo que veo en el trabajo, sobre todo en programación.
    Lo bueno de haber trabajado antes de empezar la carrera, es que ya no hay sorpresas para mí. Sé lo que estoy estudiando, sé que voy a hacer después, estoy segura de mi decisión.

 

  • Manuel Perera, liceo Ánima

    ¿Cómo surge tu interés de estudiar Ingeniería en Sistemas?
    Siempre fui muy apasionado de la tecnología y de los videojuegos, y me intrigaba muchísimo saber cómo funcionaban y se creaban las cosas.
    Lo confirmé cuando ingresé a estudiar bachillerato tecnológico en Ánima, en 2017, y empecé a tomar contacto con todo lo que es programación, base de datos, web, etc. Siento que es un área que me gusta mucho y en la que creo que me desenvuelvo bien.

    ¿Cómo fue el proceso de postulación a la beca para estudiar en la universidad, cómo lo viviste?
    El proceso de postulación fue bastante sencillo, desde ORT vinieron a Ánima a presentarnos su sistema de becas y a mostrarnos las carreras que ofrecían. Luego, los interesados a la postulación fuimos a una charla en la universidad para profundizar y despejar dudas.
    En Ánima tuvimos instancias de preparación antes de dar la prueba, en las que revisamos ejemplos de pruebas o exámenes de distintas universidades, por lo que siempre me sentí muy respaldado.
    A nivel personal, lo viví con mucho nerviosismo y expectativa, sabía que estaba "compitiendo" con gente muy capacitada, pero siempre confié en mis capacidades y sabía que podía llegar a conseguirla. De todas maneras, igual me costó creerlo cuando me dieron la noticia de que la había logrado.

    Este año ha sido muy diferente y con muchos cambios, ¿vos como estudiante cómo lo viviste, cómo te adaptaste a las clases online? ¿Qué cosas destacarías y qué mejorarías de tener clases en este formato?
    Sí, este año es de muchísimos cambios, al salto que se da entre la educación secundaria y la universitaria se le sumó esta pandemia que estamos transitando y, la verdad, es que cuesta un poco adaptarse. Me parece que la presencialidad ayuda mucho a generar hábito de estudio, el ambiente que hay en la universidad, intercambiar ideas con compañeros o generar grupos de trabajo son situaciones que no se dan cuando se toman clases virtuales.

    Personalmente, me cuesta más estudiar y trabajar desde mi casa con muchas más distracciones y limitaciones que haciéndolo en la universidad. Sin embargo, creo que la virtualidad trae cosas positivas, una de las que más destaco es la grabación de las clases, poder ver y repetir una clase es una de las herramientas que más me ayudó en este semestre y creo que estaría bueno que se siguiera aplicando luego de superada la situación actual.

    También agradezco mucho el material online que brinda la universidad, desde el aula virtual, que es realmente de muchísima ayuda y calidad, así como la disposición de los docentes que respondieron todas mis dudas.

    ¿Tenés ganas de empezar a trabajar?
    Sí, ya tuve la oportunidad de trabajar y estudiar simultáneamente y fue una experiencia que me gustó y aportó mucho. Encontrar trabajo es uno de mis objetivos a corto-mediano plazo.

    ¿Cómo te imaginás como futuro profesional de un área tan rica y con tanto potencial como la tecnología?
    Todavía no tengo muy decidido mi futuro laboral, sé que es un área muy grande y que da espacio a varios tipos de oportunidades, como por ejemplo: ser empleado, trabajar freelance o abrir una pequeña empresa, las tres son elecciones que me gustaría probar.
    Lo que sí tengo claro es que para mantenerse actualizado en el sector hay que saber renovarse y aprender constantemente, razón por la cual quiero seguir estudiando.

 

  • Gonzalo Ferreira, Liceo Impulso

    ¿Cómo surge tu interés de estudiar Ingeniería en Sistemas?
    Me gusta la tecnología desde muy chico. Hice bachillerato tecnológico en el liceo Impulso y gracias a un programa que tiene el liceo, que se llama Trabajo para estudiar, que busca desestimular el abandono del sistema educativo, empecé a trabajar en dLocal, una empresa de tecnología. Además, en 2017 participé representando a Uruguay en una competencia Mundial de Microsoft Office. Viajé a Anaheim, California, donde se realizaba el concurso y competí con estudiantes de todo el mundo. Después fui al Open House en Universidad ORT, en particular a la charla de Ingeniería en Sistemas, y eso terminó de confirmar mi decisión.

    ¿Cómo fue el proceso de postulación a la beca para estudiar en la universidad, cómo lo viviste?
    El proceso comenzó en el liceo, se hizo una convocatoria a todos lo que quisieran postularse. Luego hice una carta formal expresando los motivos por los cuales me quería inscribir y teniendo en cuenta mi despeño académico fui a dar la prueba en ORT.
    El día de la prueba estaba muy nervioso, así como también los días posteriores mientras esperaba el resultado. Cuando me avisaron que había ganado la beca fue una alegría enorme, estábamos todos muy contentos, yo, mi familia, el liceo y mi círculo laboral.

    ¿Cómo te resultan las clases online, cómo te adaptaste al cambio?
    Es un cambio bastante grande, primero pasar del liceo a facultad y segundo acostumbrarte a las clases online. De todas maneras, creo me adapté muy bien. La universidad se adecuó rápidamente al cambio e hizo lo mejor posible en el poco tiempo que disponía.
    Para mí ha sido una ventaja porque vivo lejos, más de una hora en ómnibus, y ahora dispongo de más tiempo para estudiar.

    ¿Cómo te imaginás como futuro profesional de un área tan rica y con tanto potencial como el sector tecnológico?
    Tengo el privilegio de trabajar hace ya tres años, ojalá siga en el camino del desarrollador de software y con el tiempo iré viendo qué es lo que más me gusta. Lo bueno de trabajar en tecnología es que tenemos la opción de elegir dónde trabajar y en qué. Es un área en la que hay flexibilidad y bajo desempleo.

    ¿Cómo ves el pasaje de conocimiento del mundo académico al laboral y viceversa?
    Sin dudas hay un pasaje de los conocimientos académicos al trabajo que se da de manera muy natural, especialmente en materias como programación.
    También ocurre a la inversa, muchas de las tareas que debo realizar en mi trabajo me ayudan a adquirir conocimientos que posteriormente se ven en clase. Ambos mundos se complementan.

 

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