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Del aula a la industria: la trayectoria de un Ingeniero en Electrónica

08/08/2023
Sebastián Barbat es graduado de Ingeniería en Electrónica, y se desempeña como supervisor eléctrico y como uno de los responsables del mantenimiento de la planta UPM en Paso de los Toros.

Sebastián BarbatEn esta entrevista hace un recorrido por su carrera desde que era estudiante hasta su inserción en el mundo laboral. Cuenta los desafíos y las oportunidades que tuvo y cómo la carrera le dio la confianza que necesitaba para hacerlo.

¿Cuál es tu rol dentro de la empresa, qué tareas llevás a cabo?

Me encargo de coordinar y supervisar al equipo de eléctrica, que incluye subcontratos, realizar seguimiento de la gestión, entrenar y asignar tareas a los técnicos de mantenimiento y promover el cumplimiento de las normas de seguridad. Además, junto a nuestro equipo, estuvimos a cargo de las coordinaciones y supervisiones de la puesta en marcha de todos los equipos eléctricos de la planta UPM2. Nuestro objetivo es garantizar la continuidad del funcionamiento de los equipos, evitar la ocurrencia de fallas y proporcionar soluciones efectivas a los problemas emergentes.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste al ingresar al sector empresarial como Ingeniero en Electrónica?

El pasaje de lo académico al sector empresarial implica adaptarse a la cultura organizacional y a la dinámica laboral de cada empresa. Se requiere integrar habilidades técnicas con aspectos comerciales, como presupuestos y gestión de proyectos, lo que puede implicar enfocarse más en la gestión y menos en los aspectos técnicos.
El desarrollo profesional y el aprendizaje continuo son esenciales en un entorno empresarial en constante cambio. Afrontar estos desafíos demanda flexibilidad y habilidades de resolución de problemas.

¿Cómo ha evolucionado tu carrera desde que te iniciaste en el sector empresarial hasta ahora?

Mi carrera comenzó cuando era estudiante, trabajando como asistente de ingeniero. Tras graduarme, ascendí a una posición jerárquica superior. Colaboré en diversas obras eléctricas en el país y tuve la oportunidad de participar como jefe de obra en la construcción de una planta termosolar en Sudáfrica. Posteriormente, me enfoqué en el área de operación y mantenimiento de energías renovables, incluyendo la energía eólica y solar del país. Esta experiencia me permitió desarrollar un profundo conocimiento en este campo en constante crecimiento. Actualmente, tengo el privilegio de trabajar en Andritz Uruguay, una empresa líder en el sector. Desempeño el rol de supervisor eléctrico y soy uno de los responsables del mantenimiento de la planta UPM en Paso de los Toros.

¿Qué habilidades no técnicas considerás que son esenciales para tener éxito en el ámbito empresarial?

En principio, diría que la comunicación es fundamental, ya que tenés que comunicarte de manera efectiva con colegas, clientes y equipos de otras disciplinas. Además, es importante trabajar en equipo respetando las opiniones y contribuciones de los demás para lograr los objetivos del proyecto. Asimismo, el liderazgo es otra de las habilidades que hay que desarrollar, ya que muchas veces se tiene que tomar decisiones efectivas, o intentar que lo sean, pero siempre procurando encontrar soluciones creativas y mantener el enfoque en los resultados. También creo importante mencionar la negociación: en la gran mayoría de los casos, se debe de negociar con clientes, proveedores u otros departamentos intentando llegar siempre a acuerdos favorables.

¿Qué te brindó la carrera que puedas destacar para insertarte en el mercado laboral?

La carrera me brindó confianza, ya que me proporcionó herramientas para enfrentar desafíos complejos y desarrollar habilidades técnicas para adaptarme a un mercado laboral cambiante.

“Al finalizar la carrera de ingeniería, se está preparado para enfrentar cualquier tarea en el ámbito empresarial, se es capaz de gestionar proyectos y enfrentar desafíos comerciales de manera efectiva.”

¿Qué recordás de tu pasaje por la facultad?

La universidad representó un momento verdaderamente especial para mí. Conservo hermosos recuerdos de esa etapa en la que hice muchos amigos cercanos y encontré valiosos compañeros de camino. Además, adquirí una gran cantidad de conocimientos y habilidades que han sido fundamentales para mi crecimiento personal y profesional. Sin duda, también vivimos momentos inolvidables, enfrentando juntos grandes desafíos que nos unieron aún más como grupo.

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