De Uruguay a Londres, de Londres a Luxemburgo, y desde allí a Tokio. Ese fue el recorrido que hizo Natán Menoni, graduado de la carrera de Ingeniería en Sistemas de la Universidad ORT Uruguay, desde que forma parte del equipo de Amazon, en 2018. Actualmente, radicado en Japón, se desempeña como Software Development Engineer II.
En este rol, Menoni enfrenta diversos desafíos, que van desde implementar proyectos de ingeniería, hasta mentorear o acompañar a nuevos integrantes de la compañía. De cara a los próximos años, uno de sus principales objetivos es explorar el mundo de la enseñanza, al que considera fascinante y enriquecedor.
En esta entrevista cuenta sobre experiencia profesional en nuestro país, antes de migrar, cómo es trabajar en el exterior y cómo es su vida en un país como Japón.
"El enfoque de emprendedurismo que brinda la carrera, y ORT en general, es importante para entender cómo funcionan los negocios y de qué manera puede estructurarse una potencial empresa".
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¿Cómo surgió la oportunidad de integrar el equipo de Amazon, en Londres, en 2018?
Fue un proceso con pocas singularidades. Envié mi currículum a través de la página web Amazon Jobs y avancé al proceso de entrevistas. Luego de tres meses de pruebas y entrevistas, recibí una oferta laboral concreta.
En mi último cambio de trabajo en Uruguay, había tenido que decidir entre empezar a estar más conectado con el negocio y funcionar como un nexo entre el equipo de desarrollo y el equipo de negocio, o continuar enfocado en la parte técnica como desarrollador. Elegí la segunda opción porque sabía que, tarde o temprano, iba a aplicar a alguna de las empresas líderes en la industria.
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¿Cómo fue migrar de Uruguay para continuar con tu carrera profesional?
Fue desafiante y emocionante, desde el punto de vista personal y profesional. Aterricé en un país en el que no había puesto un pie en mi vida, con una valija en cada mano para empezar de cero, con un mundo de posibilidades por delante.
En el área profesional, me encontré en un contexto nuevo. Amazon es una empresa con una cultura muy bien definida, que brinda un framework para trabajar y que oficia como lenguaje común entre todos los empleados alrededor del mundo. En este momento, estoy en Tokio, luego de haber trabajado en Luxemburgo y en Londres, y es clarísimo que existe esta especie de lenguaje común.
En términos culturales, conocer distintos lugares y sociedades ayuda a “abrir la cabeza”. Londres y Luxemburgo tienen culturas muy similares entre sí y pertenecen al mundo occidental, pero ahora que estoy en Japón, puedo ver muchas diferencias y es muy valioso aprender y tratar de identificar qué es lo bueno y lo malo para cada situación en cada cultura.
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Actualmente te desempeñás como Software Development Engineer II, ¿cuáles son las principales responsabilidades y desafíos en ese cargo?
Mi principal responsabilidad es liderar e implementar proyectos de punta a punta. Básicamente, frente a ideas o problemas para resolver, con nuestro equipo debemos pensar cuál es la solución ideal desde el punto de vista del cliente para lograr una buena customer experience.
Una vez que está clarificado el problema o la idea, se pasa a una fase de diseño y de arquitectura del sistema, en la que se realiza una revisión con el equipo y con un comité de ingenieros. Luego, continúa la implementación, el testing y el lanzamiento del producto. Desde entonces, se monitorea constantemente al producto para mejorarlo.
Por otra parte, participo de revisiones de otros proyectos —tanto de mi equipo, como de otros equipos y de todo lo vinculado con el desarrollo de software dentro de mi equipo—, ya sea revisando o escribiendo código.
Además, el recorrido profesional dentro de Amazon depende de cada persona y del camino que elige tomar. Yo me animé a enseñar y mentorear; comencé a brindar algunos cursos internos para otros ingenieros en Amazon y a mentorear ingenieros más juniors.
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Durante tu carrera profesional en Uruguay formaste parte de distintas empresas vinculadas al desarrollo de software, ¿qué te aportaron estas experiencias?
Estas experiencias, más allá de ser mis primeras exposiciones al mundo laboral del software —con todo lo que eso significa— me brindaron elementos fundamentales para la carrera profesional.
Una de las experiencias que más me aportó fue la posibilidad de trabajar con un mentor, quien realmente me hizo mejorar muchísimo como programador. Él era el líder técnico del proyecto en el que yo trabajaba y tuvo una gran influencia en mí como programador y desarrollador de software. De hecho, muchas veces me encuentro "tomando ideas prestadas" de ese tiempo para aplicar en Amazon.
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¿Cómo recordás haber tomado la decisión de cursar la carrera de Ingeniería en Sistemas en ORT?
Cuando terminé el liceo, como muchos adolescentes, no sabía qué quería hacer. Si bien me gustaba matemática, también tenía afinidad con las ciencias sociales. En ese contexto, decidí comenzar la carrera de Economía en otra universidad.
A los pocos meses, me di cuenta de que no era para mí. Así que, al año siguiente, comencé la carrera de Ingeniería en Electrónica en ORT, y rápidamente me sentí mucho más cerca de lo que quería hacer.
En el primer año, cursé dos materias de programación (Programación I y Programación II) y un taller en el que tenía que programar un robot. Esa fue mi primera exposición a la programación y así me di cuenta de que era algo que me gustaba y en lo que sentí que podía desempeñar un buen papel. De esta forma, en mi segundo año en ORT, comencé oficialmente la carrera de Ingeniería en Sistemas.
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¿Qué herramientas de las obtenidas durante la carrera de Ingeniería en Sistemas en ORT utilizás en tu trabajo?
En primera instancia, los fundamentos teóricos y prácticos de lo que es programar. La universidad me proporcionó bases muy sólidas en ese sentido, especialmente en lo que se refiere a la programación orientada a objetos. Hay conceptos que aplico todos los días en mi trabajo al programar y también al revisar el trabajo de mis compañeros.
Por otra parte, me aportó mucho en cuanto a comprender cómo funciona una computadora a bajo nivel. Cuando se trabaja a la escala de Amazon, la performance es crítica y entender de todos estos temas pasa a ser muy importante. Tener una base sólida ayuda a expandir el conocimiento en cada uno de estos puntos y hace el trabajo más sencillo.
También recuerdo que mientras estuve practicando algoritmos para las entrevistas de Amazon, no tuve la necesidad de aprender nada desde cero porque ya tenía los conocimientos desde la universidad, simplemente tuve que refrescarlos.
Por último, creo todo el enfoque de emprendedurismo que brinda la carrera, y la universidad en general, es importante para entender cómo funcionan los negocios y de qué manera puede estructurarse una potencial empresa.
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Hace unos meses, el periódico Financial Times destacó el liderazgo uruguayo en exportación de software. ¿Qué visión tenés, como profesional del área, del desarrollo del sector en Uruguay?
En primer lugar, es importante aclarar que me fui de Uruguay hace bastante tiempo, por lo que mi visión puede no estar actualizada e incluso puede estar algo sesgada por los contactos que mantengo actualmente con personas que viven en Uruguay.
Sin embargo, puedo decir que en los últimos años que estuve viviendo en Uruguay, ya se notaba una gran proliferación de empresas dedicadas al outsourcing y a servir al mercado estadounidense. Esto es positivo, porque es un buen negocio y genera dos grandes impactos: mantiene una alta demanda de profesionales en el área, lo que hace que muchas personas elijan seguir esta profesión y, por otro lado, abre las puertas a muchos ingenieros y programadores para que den sus primeros pasos en el mundo laboral, lo que aumenta el número de profesionales capacitados en el mercado.
La existencia de esta masa crítica de profesionales en la industria permite que se puedan perseguir ideas nuevas y productos propios que vayan más allá del outsourcing. Considero que Uruguay tiene muy buenos ejemplos de empresas que decidieron hacer su propio camino y les fue muy bien.
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¿Cómo te proyectás profesionalmente en los próximos años?
En el corto plazo, me gustaría seguir trabajando en problemas ambiguos, que requieran comunicación con stakeholders de distintas áreas, a una escala creciente.
En el mediano plazo, quisiera seguir profundizando mi conocimiento sobre availability y en cómo afecta a la arquitectura de software. Tengo la suerte de formar parte de una empresa que ha sido la que ha propuesto los estándares esparcidos en toda la industria en este campo. Esto me permite acceder a conocimientos y lecciones aprendidas sobre el tema y a oportunidades para aplicarlos.
Por otra parte, me encantaría seguir profundizando en lo que tiene que ver con la enseñanza: mentorear y compartir conocimiento es muy enriquecedor y son procesos en los que aprendo muchísimo.