A partir de la sustitución de un ADN con problemas por un genoma libre de mutaciones dañinas, los encargados del estudio, un grupo de expertos de la Universidad de Oregon, dieron con un óvulo que producía embriones de hasta cinco días de vida y celulas madre embrionarias con normalidad.
El ADN mitocondrial se hereda siempre de la madre y transmite enfermedades genéticas incurables que afectan especialmente a los órganos y tejidos que tienen mayor necesidad de energía.
Los especialistas opinan que esto podría dar paso a terapias genéticas que eviten la aparición de enfermedades de herencia materna.