Ignacio Ortiz, Nicolás Valdés y Pilar Busquets no solo se enfocan en el monitoreo en tiempo real, sino que también buscan ofrecer recomendaciones personalizadas a los dueños, brindar información valiosa para la compra de vehículos usados y ofrecer nuevas soluciones a talleres y fabricantes. Este proyecto tiene el potencial de promover la adopción de autos eléctricos y contribuir a la sostenibilidad.
¿Cuál es el objetivo principal de su proyecto?
El objetivo del proyecto apunta a optimizar la vida útil de las baterías de los vehículos eléctricos mediante el monitoreo y análisis de datos de diagnóstico de los vehículos. Al poder monitorearlos constantemente analizando su evolución del desgaste de la batería, permitirá dar recomendaciones personalizadas a los dueños para su mejor cuidado, aportará información de carácter forense para la compra de vehículos usados y hasta podría convertirse en una nueva herramienta de postventa para los talleres y fabricantes.
¿Qué tecnología están usando?
Utilizamos la tecnología IoT para el recopilamiento de parámetros relevantes de la batería en tiempo real, instalando un dispositivo en cada vehículo eléctrico.
Este dispositivo fue facilitado por la empresa Smartway para la obtención, decodificación y reporte de los datos a través de telemetrías. Este dispositivo nos permite obtener en un instante los datos en una plataforma web para su posterior análisis.
A su vez, uno de nuestros objetivos más ambiciosos es, utilizando técnicas de machine learning, poder modelar la curva de vida útil de la batería. Esto nos permitirá cuantificar y predecir la velocidad de degradación de la batería según los patrones de uso actuales.
¿Cómo es trabajar con casos reales y qué feedback han tenido?
Hasta ahora, hemos trabajado con dos casos de usos reales diferenciados por su tamaño; vehículos eléctricos de renting y camiones eléctricos. Gracias al apoyo de la empresa Julio César Lestido, pudimos trabajar con vehículos de ambas categorías y obtener testimonios de primera mano tanto de clientes que utilizan los vehículos, como de los técnicos encargados de dar mantenimiento.
Hemos obtenido muy buen feedback de estos intercambios, y muchos puntos para seguir explorando en nuestra investigación, dado que aún no hay un consenso en cómo analizar los datos de las baterías.
Dado que se trata de vehículos eléctricos, ¿cómo contribuye su proyecto a la sostenibilidad?
Este proyecto contribuye indirectamente a la sostenibilidad, pero de diversas maneras. Hoy en día hemos investigado que las personas en nuestro país siguen teniendo dudas a la hora de elegir qué vehículo comprar. Creemos que baterías con mayor vida útil pueden incentivar a nuevos usuarios a elegir vehículos eléctricos sobre los vehículos a combustión convencionales, reduciendo así la huella de carbono a causa del transporte.
Además de fomentar la elección, al optimizar la vida útil podríamos ralentizar el proceso de que una batería se descarte. En nuestro país no existe un plan de descarte para estas baterías y, algunos países europeos, se están enfrentando a grandes costos en proyectos de reutilización.