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Un camino hacia la innovación verde

20/08/2024
La Mag. Magdalena Ripoll, graduada de Ingeniería en Biotecnología, lidera una investigación en la Facultad de Ingeniería, junto a estudiantes de la carrera, para abordar la problemática ambiental a través de la revalorización de residuos industriales.

Magdalena RipollSu propuesta, presentada en el programa Projects for Peace 2024, de Middlebury College, busca democratizar el acceso a la energía mediante el establecimiento de biorrefinerías, transformando subproductos contaminantes de la industria del biodiesel en valiosos recursos comerciales, con un enfoque sostenible y de impacto social.

Projects for Peace es un programa global que colabora con instituciones educativas para identificar y apoyar a jóvenes de pregrado que desarrollen respuestas innovadoras, centradas en la comunidad y escalables, a los problemas más urgentes de la sociedad.

¿Cómo surgió la idea de participar en Projects for Peace?

La oportunidad de presentarnos en la edición 2024 de Projects for Peace nos llegó por medio de Sara Goldberg, coordinadora de Relaciones Institucionales y Proyectos de la facultad. Se dio la oportunidad que Andrés y Santiago, estudiantes de Ingeniería en Biotecnología, estaban por comenzar su proyecto final de carrera y se habían acercado a nosotros para unirse a una de nuestras líneas de investigación, que se basa en la utilización de biocatalizadores para la revalorización de residuos industriales. Este programa tiene como fin financiar proyectos de estudiantes, que estuviesen relacionados con la paz.

¿Qué requisitos debían cumplir?

Teníamos que presentar un proyecto que abordara problemas como la seguridad alimentaria, la desigualdad en la educación, la degradación del medioambiente, la insuficiencia de los servicios sanitarios, las divisiones sociales o las limitadas oportunidades económicas encontradas por algunos sectores de la sociedad. En particular, nosotros nos enfocamos en abordar la problemática de la degradación del medioambiente y la importancia de la democratización de la energía.

*Magdalena Ripoll junto a los estudiantes de Biotecnología*

¿Cuál fue el enfoque principal de la propuesta?

Como científicos, tenemos la posibilidad de desarrollar tecnologías verdes que permitan mitigar la contaminación generada por las industrias, en nuestro caso de la industria del biodiesel. A su vez, podemos generar procesos que aporten valor a los residuos generados, lo que finalmente tendrá un impacto en el precio de los productos finales de la industria, facilitando el acceso a la población. Ahí es donde entra el concepto de biorrefinería.

Este concepto es análogo a las refinerías de petróleo, pero lo que busca es generar instalaciones en las que se parta de biomasa y se obtenga una serie de productos químicos y energía, que pueden ser comercializados. Es un concepto que busca aprovechar al máximo lo que las fuentes renovables pueden ofrecernos.

¿Qué destacan en su propuesta?

Destacamos principalmente la importancia del establecimiento de biorrefinerías en lo que es la industria de las energías renovables como forma de facilitar la democratización de la energía y el cuidado del medioambiente. Es decir, facilitar el acceso de la energía a más personas, a la vez que generamos un impacto positivo en el medio ambiente.

Un enfoque sostenible para la industria del biodiesel

*Magdalena Ripoll durante la presentación del proyecto*

¿Cómo planean abordar el problema del glicerol crudo?

En particular, en la industria del biodiesel ocurre que se generan grandes cantidades de glicerol crudo, que es un subproducto de la síntesis del biocombustible. Este subproducto no solo está altamente contaminado, sino que tiene un valor de mercado muy bajo, por lo que su comercialización es poco redituable. A su vez, la oferta supera significativamente a la demanda, por lo que generalmente el exceso de glicerol crudo se debe incinerar, lo que genera productos que contaminan el medio ambiente.

Nuestra aproximación es utilizar bacterias del género Gluconobacter, que tienen la capacidad de convertir este subproducto en productos de valor agregado, como por ejemplo la dihidroxiacetona que se usa mucho en la industria cosmética.

¿Qué impacto esperan lograr con esta iniciativa?

Nuestra idea es que, a partir de la biotransformación del glicerol crudo en productos de valor agregado, no solamente podemos reducir el impacto ambiental de la producción de biodiesel (aprovechando uno de sus subproductos contaminantes), sino que le damos a la industria otro producto comercializable que mejora su ecuación económica.

Mediante la comercialización de este tipo de productos obtenidos a partir de descartes se generan ganancias para la industria, permitiéndole ofrecer el combustible a precios más bajos. De esta forma es posible mejorar el acceso de la población a la energía.

Futuro y sostenibilidad

¿Qué resultados han obtenido hasta el momento?

Luego de la presentación del proyecto, que se realizó en la facultad el 14 de agosto, en el que compartimos nuestros resultados, tuvimos un acercamiento con el sector empresarial que esperamos cristalice en proyectos futuros.

¿Qué importancia tiene este tipo de iniciativas para el desarrollo sostenible?

Creemos que este tipo de iniciativas son claves para el desarrollo sostenible, ya que permite ayudar a satisfacer las necesidades actuales de la sociedad, sin comprometer a las generaciones futuras.

En este caso, estamos generando un proceso que permite reducir el impacto ambiental de la industria del biodiesel, lo que indirectamente tiene varios impactos positivos en otros ámbitos.

A nivel social, permite mejorar el acceso de la población a las energías renovables, lo que contribuye a la mejora de la calidad de vida de las personas. A nivel económico, genera nuevos mercados y nuevas fuentes de trabajo, impulsando la economía de una forma responsable con el medio ambiente.

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