Un ingeniero de costa a costa

Por medio del ensayo y error es que Diego Feijer y su equipo construyen los cimientos de Facebook,  la imponente firma tecnológica que, durante la pandemia, superó los 2.600 millones de usuarios mensuales.

Influenciar la forma en la que billones de personas se comunican alrededor del mundo es una de las satisfacciones más grandes para el graduado de Ingeniería en Electrónica de la Universidad ORT Uruguay. Específicamente, su rol apunta a definir productos o estrategias de negocios a partir de la utilización de herramientas como machine learning.

De su etapa como estudiante, Feijer asegura que la beca que obtuvo en ORT fue fundamental para su desarrollo profesional y que los conocimientos obtenidos en el camino le ofrecieron, en varias ocasiones, una ventaja competitiva. Una vez obtenido el título y ya en Estados Unidos, el ingeniero se enfrentó a su mayor desafío con el PhD in Electrical Engineering and Computer Science que realizó en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y que describe como “una montaña rusa” en el lugar donde siempre anheló estudiar.

Hoy, un paso adelante, comparte su experiencia en esta entrevista.

• ¿Cuáles son tus tareas y cómo es trabajar en una de las empresas tecnológicas más potentes a nivel mundial?

  Tengo más de cuatro años trabajando como Research Scientist en Facebook. En mi equipo aplicamos inferencia estadística y machine learning para ayudar a los distintos equipos de producto a alcanzar sus metas. Es un equipo altamente especializado ya que todos somos PhDs en diferentes áreas.

  Dado que en Facebook las decisiones se toman basadas en datos, nuestros proyectos siempre comienzan con una hipótesis que intentamos validar. Para ello, desarrollamos modelos matemáticos, construimos prototipos, analizamos la información disponible y realizamos experimentos que nos permiten probar o desmentir la hipótesis inicial.

  Una de las grandes ventajas que tiene Facebook es la infraestructura interna que existe, que nos permite enfocarnos en nuestro trabajo sin tener que lidiar con temas periféricos. La cultura también promueve la creatividad, la discusión e intercambio de ideas, y la libertad de expresarse tanto personalmente como profesionalmente.

• ¿Qué es lo que más disfrutás de tu trabajo cotidiano?

  En mi posición trabajo en permanente colaboración con data scientists, ingenieros y diseñadores de producto. Es una de las cosas que más disfruto. También es muy gratificante saber que mi trabajo tiene la chance de influenciar la forma en la que millones de personas alrededor del mundo usan la plataforma para conectarse con sus familiares, amigos y comunidades de interés.

• ¿Cuánto ayudó tu carrera de grado en ORT como base para continuar perfeccionándote en el mundo académico?

  La carrera en ORT me proporcionó una excelente formación académica balanceada entre teoría y práctica, lo que, en ocasiones, me ha dado una gran ventaja competitiva. En muchos aspectos sentí que el nivel de mi formación era superior al que tenía la mayoría de los estudiantes que ingresaban conmigo al mismo programa en MIT. A mediados de la carrera también tuve la oportunidad de iniciarme en la investigación y trabajar con Fernando Paganini (actual vicedecano de Investigación de la Facultad de Ingeniería de ORT) en temas de vanguardia relacionados al análisis de algoritmos de control distribuido en redes. Los conocimientos, herramientas y formas de pensar que adquirí bajo su guía me han acompañado en todos los ámbitos en los que me he desempeñado. 

• Obtuviste una beca del 80 % para realizar tu carrera. ¿Cuánto incidió este beneficio en el cumplimiento de tus metas?

  La beca que tuve fue fundamental. Sin ella, no hubiese podido estudiar en ORT y no hubiese tenido la fortuna de tener como mentor a Paganini, quien fue y ha sido una gran influencia en mi carrera profesional.

• ¿Cómo evalúas la experiencia de haber estudiado en el MIT?

  Desde que me enteré de la existencia del MIT cuando estaba en el liceo, supe que quería estudiar ahí. Siempre me emocionó la idea de vivir y estudiar en otro país. La decisión de hacer un doctorado fue bastante natural, lo vi como una continuación de mi formación académica y de la línea de trabajo que había comenzado en el grupo de Matemática Aplicada a las Telecomunicaciones y Energía (MATE) de la Facultad de Ingeniería de ORT. Realmente aún hoy, no me imagino haber hecho otra cosa.

  Recibí la noticia de que el departamento de Electrical Engineering and Computer Science (EECS) del MIT me había admitido para hacer el doctorado mientras trabajaba en mi tesis en la oficina que compartíamos todos los integrantes del grupo MATE. Todo pasó bastante rápido, defendí en mayo y a principios de setiembre ya estaba cursando materias en el MIT.

  Recuerdo que fue durante el vuelo a Boston que recién me di cuenta de lo lejos que iba a estar de mi casa y de mi familia. La experiencia fue increíblemente gratificante y enriquecedora, tanto a nivel académico como a nivel personal. Tuve la oportunidad de aprender de profesores brillantes, interactuar con estudiantes de otras culturas, hacer amistades duraderas, y vivir en una ciudad hermosa y vibrante (aunque bastante fría durante el invierno).

• ¿Qué desafío recordás como el que más te marcó en tu carrera?

  Sin duda que el mayor desafío hasta el momento fue hacer el doctorado en el MIT. Fue muy difícil, me exigió al límite.

  Lo compararía con una montaña rusa por los altos y bajos. Cuando estás haciendo investigación es difícil anticipar cuáles son los caminos que van a conducir a una avenida de buenos resultados o a un callejón sin salida. Esa incertidumbre es la que genera mucho entusiasmo y, a la vez, duda y frustración.

• ¿Qué consejo le darías a un estudiante que se decide a llevar adelante la carrera de Ingeniería en Electrónica?

  Mi mayor consejo a cualquier estudiante de ingeniería, en general, es no conformarse con salvar materias, sino intentar siempre ir un paso más adelante y aprender un poco más.