Nicolás Badano se graduó en 2011 de la carrera de Ingeniería en Sistemas en la Universidad ORT Uruguay.
En octubre de 2012 se encontraba en Escocia, trabajando en J.P.Morgan con un equipo iOS de Globant cuando consiguió una beca para realizar un master en Sungkyunkwan University (SKKU) en Corea del Sur.
En febrero de 2013, Nicolás estaba instalado en un país completamente diferente a su lugar de origen, listo para comenzar a vivir una aventura académica y cultural.
¿Por qué elegiste estudiar en SKKU?
Por la beca y por el “¿qué habrá en Corea?”, también porque es una universidad muy conectada a Samsung.
Esos tres factores crearon una oportunidad muy poco común, que me pareció que si no la tomaba era un desperdicio importante.
¿Cuándo te fuiste a Corea?
Llegue en febrero del 2013, justo antes de las amenazas de bombas atómicas por parte de Corea del Norte. Me vine directo de Escocia donde estaba trabajando desde octubre de 2012 en J.P. Morgan con un equipo iOS de Globant.
¿En qué consiste el master que estás cursando?
El master consta de dos años, nueve materias, una tesis y publicar una investigación que sea aceptada en una conferencia internacional donde tenés que ir a presentarla, generalmente es en Estados Unidos.
¿Cuáles son los aspectos más destacados de tu experiencia en el exterior?
Tal vez que aprendí que de verdad no importa la cultura, el país o la religión, todos los humanos al final del día son iguales y quieren lo mismo.
¿De qué manera te afectó comenzar a vivir en Corea?
Me afectó en todo sentido. Es totalmente distinto, la cultura, la gente, la manera de hacer las cosas, la forma en que te dirigís a las persona. No queda otra, te va a afectar por todos los ángulos.
Tenés que estar hecho de plasticina para poder adaptarte y vivir con fluidez.
¿Cómo es un día en tu vida en Corea?
Entre semana tengo que dividir mi tiempo entre ir al laboratorio, ir a clases, estudiar y hacer algo de deporte. A eso de las 6 o 7 de la tarde me voy a jugar un picado de fútbol, al gimnasio o a andar en skate.
Los coreanos son de trabajar muy duro e incluso trasnochan en el laboratorio bastante seguido. No me pude adaptar a ese ritmo, lo intenté pero los sudamericanos no estamos diseñados para esas palizas.
Vivo en un barrio residencial, de buen ambiente, donde muy seguido me cruzo con mis vecinitos coreanos de diez o doce años que salen de la escuela y las madres los obligan a salir a jugar todos los días dos horas antes de sus clases de piano o de matemática avanzada.
Finalmente los domingos juego al fútbol con amigos en una liga de Seúl donde salimos campeones de la segunda división el año pasado. En el equipo hay brasileños, europeos, coreanos, africanos y americanos. Nadie sabe lo que está diciendo el otro, son todo gritos en mil idiomas pero igual nos entendemos.
¿Considerás que la preparación que recibiste en la Universidad ORT Uruguay fue adecuada para el master que estás cursando?
Por supuesto, más que adecuada. Ahora que tuve otra experiencia universitaria vale destacar que el nivel de docentes en ORT es alucinante, sobre todo por cómo dan las clases.
¿Cuál fue el principal aporte a nivel académico que te brindó hasta el momento tu experiencia en SKKU?
Poder complementar mis conocimientos con cursos interesantes como Algoritmos Genéticos, Diseño de Interacciones Humano-Computadora y Computación Ubicua, entre otros.
También bajar a trabajar al nivel del Kernel de Linux, cosa que nunca había hecho.
Por último, cursar las clases con gente de otras disciplinas como robótica, electrónica o telecomunicaciones, te da un algo extra.
¿Son difíciles los cursos?
No. Si estás al día con el curso y participás en clase, tenes chance de que te vaya muy bien.
¿Cómo es la parte de investigación?
Esta es la parte difícil, sobre todo por la cultura de trabajo acá. Esperan que seas muy independiente y además es difícil compartir ideas o discutir algún tópico con alguien por el tema del idioma.
Mi investigación consiste en implementar a nivel del Kernel de Linux para sistemas embebidos como los celulares y Smart TV de Samsung, un scheduler de procesos interactivos que de manera más inteligente intente reducir los picos de temperatura sin sacrificar la calidad de servicio en la nueva arquitectura de CPUs big.Little de ARM.
¿Cómo es la vida social (salidas, fiestas, bares)?
Infinita. EN Seúl hay una rotación de extranjeros constante y muchísima gente joven. Tenés desde el famoso barrio Gangnam (de la canción "Gangnam Style"), pasando por barrios como Itaewon donde hay sólo extranjeros.
También hay barrios universitarios como Hongdae y Sinchon, y barrios donde son solo coreanos.
Los fines de semana hay de todo para hacer, siempre hay festivales, toques, boliches y bares por todos lados, actividades turísticas, lo que tengas ganas.
¿Cómo te manejás con el idioma?
No me manejo. Hoy en día sé lo básico y necesario: “hola y chau”, “por favor y gracias” y “una cerveza”, nada más.
Al principio me manejaba con el celular, buscaba lo que necesitaba en Google Images, lo mostraba y hacía señas.
Lo que ayuda mucho es saber leer en coreano que es fácil y se aprende rápido. Con eso te manejás bien.
¿Te adaptaste a una cultura tan diferente a la uruguaya?
De a ratos estás completamente adaptado y de a ratos te viene una necesidad de comerte un chivito del bar y tomar unos mates con amigos, y ahí se complica.
Pero por suerte, una vez que te acostumbrás al picante (todo es picante acá), la comida es alucinante, y siempre hay algún brasilero con un cimarrao con yerba brasilera con palitos que da para sacarte las ganas de tomar unos mates en ronda.
¿Cuáles son tus expectativas profesionales para el futuro?
En general intento vivir sin expectativas, prefiero vivir el momento y la experiencia como una aventura más.
Pero si lográs graduarte de SKKU tenés altas chances de que te ofrezcan algo lindo en Samsung, y lo veo como una buena expectativa a futuro.
¿Tenés prevista una fecha de regreso?
La verdad que no, pero si no me quedo a trabajar acá, la visa se me vence en marzo de 2015.
Paso a paso, una vez que me gradúe veré qué puertas se me abren.
Entrevista publicada en marzo de 2014.