Comenzó su conferencia afirmando que “tomamos decisiones todo el tiempo pero no de la misma forma y con los mismos mecanismos. Las decisiones no son siempre racionales; tienen un fuerte componente emocional”.
También afirmó que “la forma que nos hacemos preguntas condiciona nuestras decisiones”.
Haciendo una analogía con la tecnología, Mangarelli sostuvo que las personas “tenemos bugs (errores) precargados y que conocerlos permite controlarlos y manejarlos”.
Entre los bugs que enumera se encuentra el concepto de loss aversión, que re refiere a que siempre se busca minimizar la pérdida, a la tendencia de la gente a preferir no perder antes que ganar.
También habló del confirmation bias o sesgo de confirmación, que hace referencia a que “cuando tomamos una decisión filtramos información para luego justificar que la decisión que tomamos es la correcta”.
Recordó que entre los factores que inciden en la toma de decisiones se encuentra la intuición. “Una vez que tomamos una decisión no intentamos corroborar que sea la correcta, nos armamos una justificación para respaldarla”.
“Tomar decisión agota, nos genera estrés”, afirma Mangarelli y continúa “por eso importante tener una rutina, así ahorramos y simplificamos nuestras decisiones. También es importante poner límites, reducir opciones y acotar tiempo”.
Al cierre de la conferencia Mangarelli resaltó la importancia de conocer los bugs “para poder conocer las reglas de juego, poder planear y controlar cada movida”.