Fernando tiene carisma y humildad, su tono de voz bajo y pausado transmiten calma y ganas de escuchar. Con más de 13 años en la petrolera Baker Hughes hoy forma parte del equipo que se encarga de la integración de la compañía a General Electric. Para encontrar un balance en su vida, Fernando se centró en el deporte y en motivar a otras personas a que pueden lograr lo que se propongan.
“Mi historia comienza mucho antes de la beca en la universidad”, dice Fernando cuando hacemos referencia a la pasantía que destapó esta trayectoria profesional y de esta forma pone un freno a la entrevista y nos obliga a situarnos en su realidad.
El comienzo del cambio
Cuenta que viene de una familia humilde, con muchos conflictos y una situación económica difícil. “Empecé a trabajar desde muy joven, desde que tengo memoria prácticamente, cuidé caballos, trabajé en un almacén, en una farmacia hasta que entré al Banco Santander”.
Cuando empezó sus estudios universitarios se vio obligado a abandonarlos para dedicarse al trabajo, luego su inquietud y ganas de superarse lo hicieron plantearse estudiar en la Universidad ORT Uruguay.
El Banco y la universidad apoyaron el entusiasmo de Fernando facilitándole becas y préstamos a cambio de mantener buenas calificaciones. Esa fue la clave para que redoblara el esfuerzo cada semestre.
Ya al final de la carrera le empieza a tentar la idea de irse al exterior y una publicación en la cartelera de la facultad le abre esa puerta. Era una pasantía en Estados Unidos con el desafío de que debía saber inglés.
Si bien no hablaba inglés su respuesta “mañana empiezo” gustó a los ejecutivos y Fernando quedó seleccionado. “Cuando uno quiere las cosas no hay nada que lo detenga, yo quería con todas las ganas del mundo ese trabajo y con ese ímpetu y esas ganas aprendí inglés”, cuenta.
Le llevó su tiempo y dice que todavía hay palabras que no sabe pero resalta que no hay que estar avergonzado de lo que uno sabe: “El inglés es una herramienta más”.
El desafío profesional
Luego de ocho meses de trámites logró viajar a Austin y comenzar su carrera en el petróleo.
Al principio trabajaba en el área de manejo de proyectos especiales, pero Fernando tenía muy claro qué era lo que quería y para lograrlo siguió especializándose.
“Debo admitir que me costaba mucho programar, yo soy una persona más dinámica con otro tipo de pensamiento, si bien al principio trabajé en esa área siempre tuve la motivación de hacer otras cosas más allá de lo que había estudiado”.
Por eso siempre tuvo presente la importancia de seguir formándose para adquirir más herramientas: “Estudié Project Management Profesional y ahí fue cuando me alejé de la parte técnica, también hice un máster en negocios, estudié estrategia y pude dedicarme a lo que más me gustaba que era el manejo de proyectos”.
El deporte como herramienta
Su rol en la empresa fue cambiando a lo largo de los años, hasta hace seis meses era presidente de una unidad de negocio microsísmica que desarrolla tecnología para escuchar los movimientos de la tierra, pero como Baker Hughes fue comprada por General Electric Oil & Gas pasó a ocupar un cargo de ejecutivo en la integración de las dos empresas, liderando el área de Soluciones digitales y el negocio de inspección de tuberías.
Para Fernando esto implica un gran desafío porque las empresas cuentan con “70 mil empleados, tienen diferentes culturas, procesos, tecnologías”, pero le gusta y lo disfruta. “Antes me preocupaba mucho pensando qué es lo siguiente, pero ahora ya no tanto”.
Este pensamiento lo ha logrado en parte gracias al deporte: “Es una herramienta más que me ayuda a focalizarme, a lograr un balance, a liberar energía y desestresarme”.
Ironman y el escape de Alcatraz
“Hago Ironman, las pruebas de triatlones más exigentes”, son competiciones que requieren cuatro kilómetros nadando, 180 km en bicicleta y 42 corriendo. Para eso entrena todos los días: “Me levanto a las cinco de la mañana, hago una hora de bici, luego me baño, tomo café y a las siete estoy en la oficina. A las 12 voy a correr una hora y 1:15 estoy de nuevo trabajando”. Los fines de semana también se levanta muy temprano y sale a correr de dos a tres horas.
Tanto en el deporte como en su vida profesional piensa de manera muy programática: “Establezco una meta y busco lograrla, sé que siempre hay desvíos, incidentes, pero hay que tomarlos y seguir adelante”.
Las habilidades para ser un buen líder
Se puede ver un paralelismo entre su hobby y su carrera profesional desarrollada también a partir de disciplina, entrenamiento, metas y certificaciones. “No es fácil ni es para todos, pero se puede”.
Además del deporte a Fernando le gusta ser mentor, incentivar y motivar a otros. “Me gusta ser mentor, me da satisfacción, el uruguayo es mucho del no se puede y si yo logro cambiar eso ya me hace feliz”.
Como líder de muchos proyectos y grandes equipos se siente contento si logra motivar a una persona: “Mi mayor regocijo es ver crecer a alguien que yo influencié y creo que un buen líder es el que puede influenciar a otros y lograr que lo sigan”.