Motivado por su proyecto final de carrera y por las oportunidades que brinda el sector, Mascheroni decidió especializarse en ingeniería biomédica. Un área que suele pasar desapercibida pero que permite mejorar la calidad de vida de las personas.
¿Cómo y cuándo surge la motivación de irte a estudiar al exterior?
Luego de terminar el Master en ORT comencé a investigar la posibilidad de estudiar en el exterior, sobre todo pensando en incrementar mis conocimientos en el área de ingeniería biomédica. Motivado por mi proyecto final de carrera, en el que trabajé con la empresa CCC Medical Devices en un sistema de testeo automático para dispositivos implantables, decidí especializarme en lo que realmente me gusta: la ingeniería electrónica y su aporte en la salud.
¿Cómo fue aplicar a una universidad del exterior, y a una tan importante?
Durante un tiempo estuve investigando universidades especializadas en el rubro de ingeniería biomédica, analizando los diferentes programas, el cuerpo docente y los proyectos en desarrollo de cada institución.
Luego de considerar todas las opciones decidí que el Reino Unido sería el mejor destino, no solo por la calidad académica sino también por la posibilidad de perfeccionar mi inglés.
Las universidades del Reino Unido son muy exigentes, hay que cumplir con una serie de trámites y de documentaciones, y también presentar un personal statement, en el que se deben exponer cuáles son tus intereses y por qué en esa universidad en particular. A su vez, hay que presentar dos cartas de recomendación de docentes, en mi caso le agradezco a mi tutor de tesis, Ismael Garrido, y a André Fonseca, dos de mis más destacados docentes, y por último tuve dos entrevistas a distancia.
Tu proyecto final estuvo vinculado al área de la salud, ¿Cómo colabora la electrónica en esta área, qué beneficios y oportunidades brinda?
La electrónica está presente en todo momento en nuestra vida, desde la computadora o el celular. Pero en la medicina esta presencia no es tan evidente, a pesar de que nos acompaña desde que nacemos hasta la muerte, por ejemplo en la detección del ritmo cardíaco fetal mediante ultrasonidos o las primeras imágenes del feto con ecógrafos hasta llegar a las unidades coronarias o de vigilancia intensiva. Todas estas herramientas médicas ayudan al diagnóstico, a las terapias y a mejorar nuestra calidad de vida.
Mi proyecto me facilitó comprender y ser consciente del maravilloso aporte que se puede hacer desde la electrónica para mejorar la vida de las personas y para gestionar soluciones a problemas de salud en un área cuyo desarrollo no tiene techo.
Ahora en University of Strathclyde percibo con certeza la noble aplicación de esta área que promete mayor bienestar, beneficios y oportunidades para la sociedad.
¿Qué te aportó la carrera para encarar estos nuevos desafíos?
Estimo que las dos etapas formativas en la universidad me permitieron desarrollar nuevos conocimientos e incrementaron mi deseo de vivir nuevos desafíos. En efecto, estas ganas de emprender nuevos retos fue algo que desarrollé estudiando en ORT y fue decisivo para abordar esta etapa tan lejos de casa y con tantos cambios.
¿Cómo es tu vida en Glasgow?
Todavía estoy intentando adaptarme porque tienen horarios bastante distintos a los de Uruguay, cenan alrededor de las 19:00 y en invierno el sol se oculta a las 16:00 horas.
El campus universitario se encuentra ubicado en el corazón de Glasgow, por lo que me encuentro cerca de todo. Actualmente estoy viviendo en un edificio exclusivo para estudiantes, lo que me permite, por suerte, tener mi propio departamento y me da mayor independencia.
Mi día comienza a las 7 de la mañana y generalmente tengo cinco horas de clases todos los días, luego estudio algunas horas en la biblioteca y después voy al gimnasio para relajarme y desconectar mi cabeza un rato.
Los fines de semana intento recorrer la ciudad, Glasgow es precioso, tiene gran variedad de actividades para hacer y la gente es amable con los extranjeros. A veces intento conocer lugares cercanos, ya estuve en Londres, Edimburgo y Stirling.
Por fortuna, tuve buena química con varios estudiantes y organizamos salidas los fines de semana, formamos un lindo grupo, todos somos de distintas partes del mundo.
Creo que una de las mejores experiencias es interactuar con personas de países tan diferentes, porque te permite conocer otras culturas y distintas perspectivas.