En 2016 el área de Biotecnología de la Facultad de Ingeniería recibió una propuesta del maestro y director Darío Greni, de la Escuela Nº 88 de Las Violetas, Canelones, para acercar la ciencia a estudiantes de 5.º y 6.º año.
La motivación, que generó el contacto con la facultad, surgió luego de visitar la Escuela Autosustentable de Jaureguiberry y conocer el fotobiorreactor, creado como proyecto final por estudiantes de Ingeniería en Biotecnología, donde se cultivan microalgas (organismos fotosintéticos) que se utilizan como fertilizantes en una huerta orgánica.
El área de Biotecnología le abrió las puertas y una delegación de 12 niños visitó el laboratorio, donde tuvieron un taller con las graduadas de Biotecnología Verónica Braida y Carolina Tartaglia, parte del equipo que creó el fotobiorreactor.
Durante la visita se les mostró y se les enseñó cómo trabajar con microalgas y cómo utilizarlas como biofertilizantes.
Tanto a Braida como a Tartaglia les impactó ver en los cuadernos de los estudiantes fotos suyas, el interés era tan grande que las habían googleado, buscado en facebook y leído entrevistas publicadas en los medios.
“Durante la visita les enseñamos desde cómo realizar un fotorreactor a pequeña escala, el espesor que debe tener para que ingrese la suficiente cantidad de luz y crezcan las algas, los distintos modelos, cuánto flujo de aireación debe tener por superficie, y cuál es la operativa para cosecharlas y para poder crecerlas nuevamente”, cuenta Verónica.
Con todos esos nuevos conocimientos volvieron los estudiantes a su escuela y empezaron a poner en práctica lo aprendido. Luego de muchos ensayos y pruebas, este año ganaron el premio como mejor investigación científica en la Feria Departamental de Clubes de Ciencia y ahora compiten a nivel nacional.
Contentos con el premio, se contactaron nuevamente con el área de Biotecnología para agradecerles y compartir con ellos su alegría.
Consultada la coordinadora académica adjunta de Biotecnología, Mag. Mariana Ferrari, sobre este premio dijo: “Ver niños tan entusiasmados y hambrientos de conocimiento científico nos moviliza y nos reafirma de que vamos por buen camino. Creemos que es nuestro deber como científicos hacer tareas de divulgación de nuestro trabajo y acercar la ciencia a toda la sociedad. Encender la curiosidad científica en los pequeños es lo que en el futuro hará avanzar al mundo”.