Victoria vive en Canelones, ciudad en la que cursó hasta Secundaria y desde donde viajó a estudiar todos los días durante su carrera de grado en la Universidad ORT Uruguay. Al momento de elegir qué estudiar, solo una cosa tenía clara: iba a ser Ingeniería, porque le gustaba mucho la matemática. Lo que seguía no lo tenía tan claro, pero terminó siendo Ingeniera Eléctrica, lo cual fue una definición un poco fortuita y otro poco por seguir un legado.
Llegó a la universidad interesada en la Ingeniería en Electrónica, pero se encontró con que —justo ese año, en algunas semanas— comenzaba a dictarse la carrera de Ingeniería Eléctrica, y que podía formar parte de la primera generación de estudiantes de una carrera con una propuesta novedosa que la había entusiasmado.
"Entre todas las ingenierías, la Eléctrica me pareció la más mágica y cotidiana, pero a la vez la más rara de entender. Hasta hoy me sigue pareciendo asombroso que se mueva una turbina y se prenda una luz", dice Victoria, que ha vivido entre esas sensaciones desde que tiene uso de razón. "Mi padre trabaja en una empresa eléctrica, se dedica al mantenimiento de la red eléctrica, y mi hermano es Ingeniero Tecnológico en Electrotecnia. Uno tiene mucha experiencia en la práctica y el otro en la teoría, en la física y la matemática. Entonces sí, siempre estuve empapada en el rubro", reconoce la ingeniera.
Según recuerda, en el primer año de la primera generación de la carrera eran clases bastante numerosas, pero la mayoría de los estudiantes eran de Ingeniería en Electrónica y en Telecomunicaciones, de Eléctrica, -considerando que era el primer año en que se dictaba la carrera- eran menos estudiantes, donde ella cursaba junto a sus dos compañeros de viaje: Allen y Eugenia.
"El diálogo entre la cátedra y los alumnos era face to face, y la relación con el cuerpo docente siempre fue muy directa", cuenta Victoria, quien vivió el apasionante proceso de desarrollo de la carrera junto a sus compañeros, los que acompañaron de cerca la evolución de la carrera a lo largo de los primeros años viendo cómo se consolidaba.
Esa consolidación hace que hoy sea una carrera práctica, con asignaturas de proyectos en casi todos los semestres, lo que hace que el estudiante esté permanentemente descubriendo nuevas tecnologías, enfrentando problemas, resolviéndolos e integrando esa tecnología a la propia resolución.
Asimismo, existe una asignatura sobre el transporte de energía eléctrica que está basada en un programa desarrollado por docentes de la carrera: el Dr. Fernando Paganini, vicedecano de Investigación de la Facultad de Ingeniería y el Ing. Enrique Briglia, catedrático de Electrotecnia y Gestión de la Energía, quienes además fueron sus tutores de tesis, junto al Dr. Andrés Ferragut, docente, quien también colaboró. Según dice Victoria, "el programa se usa para optimizar y controlar el funcionamiento de la red eléctrica, físicamente hablando, más allá de costos económicos".
Su tesis de grado fue un proyecto para estacionamientos con cargadores para vehículos eléctricos, de 40 plazas con cargadores monofásicos y trifásicos. El objetivo, más allá de la instalación eléctrica, "fue buscar optimizar la red con el fin de reducir costos, y equilibrar y reducir también el consumo energético, pero que los cargadores estén siempre disponibles para su uso". Este tipo de necesidades podemos encontrarlas en varios contextos, por ejemplo, para un shopping, donde los autos entran y salen a cada rato, y la red debe estar siempre disponible.
La motivación por este tema de trabajo e investigación, confiesa, partió del profundo interés en la movilidad eléctrica de mucha gente, intereses comerciales de diferentes industrias y porque "es lo que se viene" en el futuro próximo.
Además de graduada, Victoria es desde hace más de dos años docente de la Facultad de Ingeniería de la universidad, a partir del ofrecimiento de Freddy Rabin, su profesor de Álgebra 1 que siempre la veía explicar a sus compañeros en clase. "Al principio me dio un poco de miedo, esperé un semestre y me animé. Empecé como ayudante de cátedra durante un par de semestres y después sí, empecé a tener a cargo algunas materias: Fundamentos de Matemática, Álgebra 1, 2, Ecuaciones diferenciales y alguna otra", explica.
Ser la primera Ingeniera Eléctrica graduada de la Universidad ORT Uruguay genera en Victoria, además de orgullo, el sentimiento de plenitud. "En su momento sentí mucha presión por la expectativa que había en la primera graduación, pero también me sentí muy acompañada por mis profesores y por mucha gente de ORT. Todo el nerviosismo se fue cuando terminé de defender mi tesis, me sentí satisfecha, que logré mi objetivo".